El nombre autóctono tiene su etimología en la misma tierra. La palabra Tlaquepaque significa Lugar sobre lomas de tierra barrial, aunque existen otras versiones que se inclinan por hombres fabricantes de trastos de barro (Tlacapan). Para otros la palabra Tlaquepaque proviene del vocablo Tlalipac, sobre lomas de barro. También otra etimología dice que significa lugar del barro.
Recuperación del nombre original[editar]
según lo establecido en la iniciativa que envió el presidente municipal al Congreso del Estado, en 1843 se concedió a San Pedro Tlaquepaque la categoría de Villa, nombre que conservó hasta 1917, cuando por decreto del entonces gobernador
Manuel Aguirre Berlanga, se prohibió en Jalisco usar el nombre de santos en calles, plazas, parques, así como de "personas vivientes, de animales u otras designaciones frívolas". La prohibición no incluía a los municipios, pero San Pedro Tlaquepaque perdió la primera parte de su nombre original.
Actualmente el municipio de Tlaquepaque recupero su nombre completo San Pedro Tlaquepaque, iniciativa realizada por el presidente municipal, Miguel Castro Reynoso.
Antes de buscar su recuperación, el Ayuntamiento de Tlaquepaque llevó a cabo una consulta entre habitantes del municipio, tanto de la cabecera como de otras delegaciones. Las urnas estuvieron a disposición de los ciudadanos del 20 de septiembre al 8 de octubre de 2010 y participaron 13,043 personas. El resultado fue que 62.4 por ciento de las personas consultadas está a favor de que el municipio vuelva a llamarse San Pedro Tlaquepaque; 37.2 por ciento por que se mantenga como está y 0.4 por ciento no contestó.
Los resultados de la consulta fueron la base para el acuerdo que tomó el pleno del Ayuntamiento de Tlaquepaque el 11 de noviembre de 2010, a través del cual se autorizó al presidente municipal presentar ante el Congreso del Estado una iniciativa para pedir el cambio de nombre, así como la modificación del artículo 4 de la Ley de Gobierno y la Administración Pública Municipal, en el que se establece el listado de municipios que integran Jalisco.
El 21 de junio de 2011, la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso del Estado aprobó el dictamen a través del cual se autoriza el cambio de nombre, por lo que el día 27 de septiembre de 2011 el Congreso del Estado aprobó que el municipio de Tlaquepaque vuelva a su nombre original, es decir, San Pedro Tlaquepaque.
Historia
Antes que los
españoles llegaran a estas tierras, los pueblos
Toluquilla,
Zalatitán,
Coyula,
Tateposco, [[Tlaquepaque,
Tapechi (Tepetitlán), y
Tequepexpan, formaban con
Tonalá un reino, gobernado por una mujer llamada
Cihualpilli Tzapotzinco. Estuvo habitado por indígenas tonaltecas y más tarde por los tecos que se encontraban en el lugar a la llegada de los españoles. Era un poblado prehispánico asentado en un montecito donde construyeron casas de zacate, llegando a los 500 habitantes.
En marzo de
1530 llegó a estas tierras
Nuño de Guzmán y su gente, entrando por
San Martín de las Flores, llamado antes Tlaxicoltzingo. Al saber los naturales de la aproximación de los españoles, se dividieron en dos bandos, pues mientras la reina Cihualpilli y algunos señores opinaban por hacerles una recepción pacífica dado su invencible poderío, otros pretendían que se les resistiese. Los partidarios de la paz mandaron al encuentro de los españoles una delegación integrada por nobles y gobernantes de los diversos pueblos del reino.
Del pueblo de Tlaquepaque iban Coyotl, Chitacotl y Tonatl, Xonatic, Cuauhuntin y Oceotl, del pueblo de Tetlán, Coyopitzantli del de Tzalatitán, Timoac y Oxatl, del de Atemaxac, Ipac, del de Ichcatlán, y Tzacamitl del de Xocotán, estos con un obsequio de gallinas, huevos, miel, ahuacates, cebollas y algunos frutos para decirles que ya tenían noticias de su venida y que los esperaban amigablemente. Guzmán bien recibido por la reina de Tonalá, siendo ésta bautizada con el nombre de Juana Bautista Danza. Este nombre resultó ganador de una rifa que hicieron de nombres tales como Petra, Micaela y Juana. Danza fue elegido por que dispuso una danza en honor de los españoles.
Antes de entrar a la ciudad, ésta mandó a varios de sus hombres a requerir a los rebeldes quienes obtuvieron por respuesta una gran gritería y una lluvia de flechas. Los que se oponían se enfrentaron al ejército de Guzmán; el resultado del encuentro fue desfavorable para los naturales de la tierra. Todos los rebeldes estaban capitaneados por el señor de Tetlán, Tlaquitehuitli, y también por los nobles indios Cuautipizahuac, y Catipamatac. El 25 de marzo de 1530, Nuño de Guzmán tomó posesión del reino de Tonalá y de los pueblos sujetos, entre ellos Tlaquepaque.
En 1548, el poblado recibió el nombre de San Pedro, por sugerencia de
Fray Antonio de Segovia, y durante la época colonial y todo el siglo XIX, solo se le conoció con ese nombre. Desde la segunda mitad del siglo XVI adquirió el carácter de corregimiento sujeto a la jurisdicción de la ciudad de
Guadalajara. Asentados los españoles en Guadalajara, empezaron a ejercer control político y religioso en los pueblos aledaños, y las autoridades de la incipiente Perla Tapatía ordenaron que San Pedro entregara un tributo de acuerdo con el número de habitantes y en concordancia con sus ocupaciones. De esa manera, en 1551 vinieron y dejaron clara la orden al encomendero de que se cumpliera con ese tributo. San Pedro, de acuerdo al mismo censo que se levantó para la transacción del impuesto, tenía 1416 habitantes viviendo en 177 jacales. El tributo que impusieron fue de cuatro cargas de yerba al día, diez gallinas de Castilla, diez cargas de leña y cinco indios de servicio a la semana, treinta mantas, cuarenta tapatíos, veinte pares de cotaras, seis panes de sal y dos jarros de miel, cada dos meses, y cuatrocientas hanegas de maíz y veinte hanegas de chile cada año.
Saliendo, pues, de Guadalajara por el camino que cae más hacia el oriente, se va al pueblo de San Pedro de cien vecinos indios
Hacia 1621, San Pedro era doctrina de religiosos franciscanos del convento de Guadalajara. La mañana del 26 de noviembre de 1810,
Hidalgo hizo su entrada a San Pedro donde lo obsequiaron con un festín, y por la tarde entró triunfante a la capital. Llega a San Pedro Tlaquepaque el cura don Miguel Hidalgo y Costilla, el domingo 25 de noviembre, procedente de Atequiza jal. Se dispuso que tomara para su mejor comodidad, la casa más confortable, se le sirve un grandioso banquete pasando el mediodía, y a la noche un refresco con todos los visitantes, de la iglesia y el gobierno. Haciendo preparativos para salir de San Pedro Tlaquepaque hacia la capital hoy Guadalajara con alrededor de 7,000 hombres. Llegando alrededor del mediodía a las puertas de catedral.
En 1821, San Pedro Tlaquepaque fue la cuna de la proclamación de la
Independencia de Jalisco por el brigadier
Pedro Celestino Negrete, ya que el documento es firmado en la villa el 13 de junio del mismo año. Conforme al decreto del 27 de marzo de 1824, San Pedro pasó a pertenecer al Departamento de Guadalajara. En 1825, San Pedro aparece registrado como pueblo con ayuntamiento, que comprendía a los pueblos de San Andrés, Santa María y San Sebastián, estando sujeto al Departamento y Primer cantón de Guadalajara desde esa fecha.
Manuel López Cotilla fundó en San Pedro Tlaquepaque las primeras escuelas oficiales para ambos sexos en 1835. En 1843, San Pedro tenía ya categoría de Villa y comprendía tres ranchos. Por decreto número 366 del 27 de septiembre de 1873 se erigió una directoría política en la villa de San Pedro comprendiendo los pueblos de San Andrés, Tetlán, Tateposco, Santa Ana Tepetitlán, San Martín, Toluquilla, San Sebastianito y Santa María.
El 14 de febrero de 1858,
Benito Juárez llegó a San Pedro Tlaquepaque siendo recibido por los comisionados de los tres poderes. El 22 de marzo del mismo año se firmaron en San Pedro Tlaquepaque unos acuerdos según los cuales las fuerzas victoriosas no perseguirían a quienes, habiendo coadyuvado al sostenimiento de la legalidad, permanecieran en Guadalajara. Se mantendría a los militares en sus empleos y las fuerzas que guarnecían Guadalajara quedaban bajo las órdenes del ejército restaurador. Estas proposiciones firmadas por los comisionados de ambos bandos han pasado a la historia como los
Tratados de Tlaquepaque.
El 12 de abril de 1860, las tropas del general
Pedro Ogazón acamparon en San Pedro en espera de las de
López de Uraga, a las que se unieron el 23 para atacar Guadalajara el 24 de mayo. El 23 de septiembre llegaron a San Pedro Tlaquepaque las fuerzas de
González Ortega y Zaragoza donde se incorporó Ogazón y el 26 amagaban nuevamente a Guadalajara con 20 mil hombres, y la plaza cayó.
Desde fines del siglo XIX, esta municipalidad empezó a ser llamada San Pedro Tlaquepaque. Así lo demuestra el decreto número 1061 del 17 de septiembre de 1904 que estipula lo siguiente:
La Comisaría de Santa Anita, del Municipio de Tlajomulco, pertenecerá en lo sucesivo al de San Pedro Tlaquepaque.
Actualmente el municipio ha crecido junto con la ciudad de Guadalajara.